El ballet es un tipo de danza muy técnica que busca la perfección. El elemento visual del ballet es tan importante como el elemento técnico. Todo debe tener un aspecto tan limpio como los movimientos de la danza. Si eres una bailarina de ballet, sabes que tus zapatillas tienen que estar en perfectas condiciones tanto si entrenas como si actúas. También tienen que tener un aspecto impecable.
La limpieza de las zapatillas de ballet varía según el material de las mismas. Hay tres tipos de material: lona, cuero y satén. Las zapatillas de lona son las más fáciles de limpiar porque se pueden lavar a máquina. Las bailarinas con tacones de cuero se pueden limpiar con manchas. Para las zapatillas de satén, puedes utilizar bicarbonato de sodio.
El proceso de limpieza de las zapatillas de ballet puede ser complicado, por lo que hemos elaborado una guía para ti a continuación. Veremos más a fondo cómo limpiar cada tipo de material de las zapatillas de ballet, revisaremos algunos consejos de bailarines e instructores, y echaremos un vistazo a la historia de las zapatillas de ballet.
Los materiales de las zapatillas de ballet
Antes de limpiar tus zapatillas de ballet, debes saber que el proceso de limpieza puede variar mucho dependiendo de su material. Se suelen utilizar tres materiales para fabricar las zapatillas de ballet y cada uno de ellos ofrece sus ventajas y desventajas. Puedes elegir entre ellos en función de lo que busques en unas zapatillas de ballet, y también en función del uso que les vayas a dar.
Raso
Las zapatillas de ballet de raso son una gran elección estética. Dan al pie unas líneas preciosas cuando estás bailando y realzan cualquier traje. Quedan muy favorecedoras con las cintas de las zapatillas de ballet de raso y son la elección habitual para exámenes, competiciones y actuaciones. Las zapatillas de punta y demi-punta suelen ser de raso.
El principal punto débil de las zapatillas de ballet de raso es que tienen poca durabilidad. Se nota rápidamente si se han usado con demasiada frecuencia y se ensucian con facilidad. Limpiarlas también puede ser una molestia porque pierden su atractivo brillo en el proceso. Las bailarinas de ballet tienden a guardar las zapatillas de satén sólo para ocasiones especiales para preservar su estado lo máximo posible.
Lona
Las zapatillas de ballet hechas de lona son una opción conveniente, especialmente porque son lavables a máquina y transpirables. La lona es un material elástico, lo que hace que se adapte rápidamente a cualquier tipo de pie. Las zapatillas de ballet de lona tardan poco en adaptarse y puedes tener más conciencia del suelo mientras bailas porque el material es muy flexible.
También es una opción más barata cuando se trata de zapatillas de ballet, además de muy cómoda. Puedes encontrar zapatillas de lona en muchos colores disponibles, y tienes la opción de teñirlas para que combinen con tu vestuario. La lona es el material preferido para las zapatillas de ballet de suela partida por su adaptabilidad y soporte.
El principal punto débil de las zapatillas de ballet de lona es que no son muy duraderas y hay que cambiarlas a menudo. No tardan en aparecer agujeros, sobre todo en la zona de los dedos del pie, y cambiarlos supondría un rápido aumento de los costes del material de ballet. Suelen llevarse con elásticos en lugar de cintas, lo que disminuye parte de su valor estético, sobre todo a la hora de las actuaciones.
Cuero
Las zapatillas de ballet de cuero son una de las opciones más duraderas y resistentes. La robustez de las zapatillas de cuero proporciona un mejor soporte, especialmente para los niños y los principiantes. Esto ayuda a los nuevos bailarines a desarrollar la técnica correcta mientras sus pies se fortalecen. Las zapatillas de ballet de cuero se adaptan a tu pie cuanto más las uses, y se estiran mejor cuando se calientan. Son la principal opción para las zapatillas de ballet de suela completa.
La principal desventaja de las zapatillas de ballet de cuero es que son una de las opciones más caras, por lo que pueden suponer una inversión. Limpiarlas puede ser un proceso complejo porque no son lavables a máquina y la suciedad puede incrustarse fácilmente en ellas. El material también puede mostrar signos de hendiduras en la zona de los dedos del pie si se usan con frecuencia, especialmente si se hace mucho trabajo de punta con ellas.